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lunes, 9 de agosto de 2010

ANTIGÜEDAD

Hace 36 años que comenzamos con las Fiestas Infantiles en El Carmolí. Esto ya es un clásico, por su éxito total. Lo importante es que año tras año se hayan hecho cambios, porque la sociedad evoluciona y no nos podemos quedar estancados. Eso no quita para que, los que jugaron de otra forma, les quede ese recuerdo agradable, como a los que ganaron el "Concurso de Guión para Guiñol", El Teatro Guiñol, Miss y Mister Carmolí, el dibujo, Torneo de Ajedrez Infantil, la chocolatada, los bailes, Certámen de Teatro Infantil, carreras de cintas (en bicicleta o monopatín), juegos infantiles (sillas, botellas, globos), cine que amablemente traía D. Vicente (Sacerdote de aquí).
Para los adultos y durante varios años se estuvo haciendo la "Cena de la Pata". Las patas eran de cordero que se encargaban al dueño del supermercado para que las asara. Nos las acercaba al Real, hacíamos ensalada de pimientos asados y más cosas que no me acuerdo. El reparto era por raciones: a una pata le correspondía una ración de ensalada, 1 huevo cocido, una rodaja de melón, y a tu sitio a comertelo como en una cena medieval. Antes de este evento se celebraba la "Cena de Hermandad" (cada uno lleva su cena y más), después vino la "Cena de la Pata" y después se volvió a los orígenes.
Toda esa generación conformaron su idea de El Carmolí alrededor de todas las actividades en las que había participado, porque cada cierto tiempo se despedían a unas y se iban incorporando otras, y ese es el motivo por el que esa generación vuelve con sus hijos para que disfruten como ellos lo hicieron.
Pero no es malo decir adiós, porque se han incorporado otras muchas cosas, como Play-back, Festival de la Canción para infantiles, la Gimkana nocturna para los jóvenes, el desfile de disfraces por las calles de El Carmolí para acabar con bailes.
Las fiestas en El Carmolí se han unificado de tal manera que tanto pueden disfrutar niños como mayores conjuntamente, porque en verano ¿quién puede dejarse a los niños en casa?, ¡Pues todos a las fiestas! y ¡VIVA EL CARMOLI!.

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