La Junta acaba de informarnos que Rosario Buendía Ros nos ha abandonado. Ya no la veremos en nuestro Carmolí, en su Carmolí al que adoraba. Hoy he conocido sus apellidos, pero es que Rosario era simplemente ROSARIO. No necesitaba más; era nuestra Portera en los partidos de futbol; era un simbolo que no se nos olvidará. "Cuando, aquella tarde, hace ya algunos años, quedamos para jugar un partido contra nuestros maridos, allí se presentó ella bién pertrechada: calzón negro, camiseta a rayas, guantes de cuero, gorra y unas buenas deportivas. Todas las jugadoras, sorprendidas, le adjudicamos el puesto que debía defender: la portería. El resto, lo único que sabíamos hacer era, "que no entrara el balón a nuestra portería y llevarlo a la portería contraria para meter goles". He de confesar que no nos salieron mal las jugadas, ganábamos con diferencia, aunque los hombres decían que nos habían dejado ganar. Desde aquel momento Rosario siempre fue nuestra portera. Ella nunca se rindió, pero sí los jugadores que cada vez quedaban menos y hubo que claudicar". ¡Comenzaron los achaques!.
La alineación era así: Portera Rosario, las demás: Conchita de Parra, Conchita de Ballesta, Conchita Baglietto, Alicia Ros, Marita Abellán, Fica Abellán( dueña del campo de futbol), Fuensanta Almagro y Fuensanta madre, Angelines, Ros Mari, Mila, Gloria de Parra, Clara, Clarisa, Finita, Angela de Baglietto, Alicia de Gómez, Mª Teresa de Cambronero, y Mª Dolores de Villalba, nos repartíamos por el campo; el campo de la Abellaneda, hoy la casa del cañón.
Vaya este recuerdo, tan entrañable para todos los que la hemos conocido, para añadir a su memoria y que, desde arriba nos siga acompañando. Seguro que a las nuevas futboleras les echará una mano en la portería. Descanse en paz.
Mª Dolores Madrid
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