El pasado verano de
2014, y tras la publicación del Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por
el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas,
se procedió a la instalación de un sistema automático de tratamiento, que
proporcionara una mayor fiabilidad en el aporte de los productos a los vasos
para mantener las condiciones óptimas de salud e higiene, y se adquirió un
fotómetro para la lectura de dichos parámetros, de lo que ya dimos cuenta en la
Asamblea General Ordinaria del 3 de agosto de 2014.
En dicha Asamblea expusimos que, consecuencia de la acción anterior, se detectó que, como la fuente que aporta cloro al vaso de la piscina era una y única, a través de las mediciones practicadas detectamos que en el lugar dónde se halla el punto de llenado la concentración de cloro era alta, y así había que mantenerla para que en el extremo opuesto pudiéramos considerar un registro adecuado. Es decir, teníamos un reparto no uniforme y desigual.
Otro extremo es el de la limpieza de la superficie de la lámina de agua. La inexistencia de salidas de agua en superficie hace que el agua no corra y las partículas que caen la misma acaban sedimentándose en las paredes y suelo del vaso.
Hablamos de unas necesidades a paliar: La alimentación de cloro y de pH en los vasos y la eliminación de sedimentos. Junto a ambas tareas emprendemos, también, las de arreglo de los propios vasos así como de la zona de playa.
El pasado mes de marzo dieron comienzo las obras para acondicionamiento de la piscina, aprobadas por la Asamblea de socios en su reunión ordinaria del 3 de agosto de 2014, y para cuya ejecución se aprobó una derrama de 75,00 €/socio. Aquí os dejamos la muestra de su inicio:
En dicha Asamblea expusimos que, consecuencia de la acción anterior, se detectó que, como la fuente que aporta cloro al vaso de la piscina era una y única, a través de las mediciones practicadas detectamos que en el lugar dónde se halla el punto de llenado la concentración de cloro era alta, y así había que mantenerla para que en el extremo opuesto pudiéramos considerar un registro adecuado. Es decir, teníamos un reparto no uniforme y desigual.
Otro extremo es el de la limpieza de la superficie de la lámina de agua. La inexistencia de salidas de agua en superficie hace que el agua no corra y las partículas que caen la misma acaban sedimentándose en las paredes y suelo del vaso.
Hablamos de unas necesidades a paliar: La alimentación de cloro y de pH en los vasos y la eliminación de sedimentos. Junto a ambas tareas emprendemos, también, las de arreglo de los propios vasos así como de la zona de playa.
El pasado mes de marzo dieron comienzo las obras para acondicionamiento de la piscina, aprobadas por la Asamblea de socios en su reunión ordinaria del 3 de agosto de 2014, y para cuya ejecución se aprobó una derrama de 75,00 €/socio. Aquí os dejamos la muestra de su inicio:
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