TERAPIA EN LA PISCINA

La terapia en Piscina, al igual que otros métodos terapéuticos, se utiliza integrada dentro de un programa terapéutico rehabilitador. La inmersión (según dicen los especialistas) no es un fin, sino una etapa que ayuda al paciente a liberarse poco a poco en el medio acuático, para más tarde, hacerlo fuera de ella con más independencia para las actividades de la vida diaria.
Con el trabajo en Piscina hay un menor impacto articular; es mucho más fácil moverse porque es un medio sin gravedad; hay una relajación donde se pueden recuperar los movimientos articulares mucho más rápido, por lo que es la terapia preferida por los deportistas que tienen lesiones de mayor magnitud, donde pueden tener un apoyo total de su pierna lesionada. Además de resultar un trabajo muy lúdico y entretenido, está comprobado médicamente que es muy efectivo.
Los médicos de familia lo recomiendan para los procesos reumáticos, ciáticas... lo esecial es recuperar la musculatura de la zona dolorida y que no cese la movilidad.
El esfuerzo es fundamental para "conseguir alcanzar mañana lo que no se puede alcanzar hoy".
¡Esto es crecer!.
En nuestra Piscina de El Carmolí lo podemos corroborar a diario. Asistimos con asiduidad personas que tenemos alguna dolencia en piernas, brazos; pinzamientos, hernias discales, rótula desplazada; con un bastón, con dos bastones ... y todos confiamos que el ejercicio en el agua es la mejor fórmula para que los huesos mantengan la flexibilidad, sin que sea un movimiento agresivo.
El encuentro en la Piscina, es a la vez social y terapéutico; nos contamos nuestras experiencias y resultados.
Personalmente, tengo la suerte de haber seguido paso a paso las directrices de los monitores que he tenido en Piscina y que me ha facilitado mejorar mi estado físico.
Tengo que dar las gracias a los que se dedican a este trabajo y a los médicos de familia que, uno tras otro me indican: "no se deje la natación por nada del mundo".